Siento verdadero amor por esta figura, tanto amor que me tomé muy en serio lo de hacerla bien y cuando le veía algún fallo pensaba en tirarla. Menos mal que al final no lo hice. Aquí un pequeño centro de mesa por la noche con algunos adornos de mi dormitorio:
Y aquí otro posible uso: ponerla como centro en el recibidor de la entrada.
Finalmente no ha sido centro de nada, que vivo en un piso de estudiantes y eso nunca es fiable para la supervivencia de algo frágil. Por cierto, debajo de todas esas capas de ropa estoy yo, muerta de frío cuando eché la foto.
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